THE MENENDEZ PLAN

The United States has traditionally viewed the Western Hemisphere’s migration and refugee challenges through the narrow lens of what is happening at the U.S. southwest border. Successive U.S. administrations have designed their domestic and foreign policies to respond to shifting needs at the border, an approach that has not created a sustainable long-term solution to a mixed flow of migrants and refugees. Our nation’s migration approach is enforcement-driven, reactive, and overly focused on punitive policies to deter migrants once they arrive at our borders. The region’s challenges require a comprehensive U.S. approach that recognizes individual country conditions and addresses the fact that the majority of migrants and refugees on the move in our hemisphere are not attempting to come to the United States.

To address the cycle of mass migration at the southwest border, we must develop a sustainable and structural response to migration in the region. We should engage regional governments by expanding support to address the drivers of migration; investing in host countries and host communities that promote integration of displaced people; enhancing capacity and incentivizing regional governments to provide legal to status to migrants and refugees; and expanding labor opportunities for migrants who would not qualify for asylum. All of these efforts will capitalize on the commitments reflected in the Los Angeles Declaration on Migration and Protection to collaborate and share responsibility for safely and humanely managing the movement of people throughout the Americas. 

To address these challenges, Senator Menendez proposes four pillars to effectively manage migration in the Americas, from addressing the drivers of migration in the region to establishing border policies that maintain order and safety for migrants, refugees, and law enforcement alike. 

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Los Estados Unidos tradicionalmente ha visto los desafíos de la migración y los refugiados del hemisferio occidental a través de la lente estrecha de lo que está sucediendo en la frontera suroeste del país. Las sucesivas administraciones han diseñado sus políticas internas y externas para responder a las necesidades cambiantes en la frontera, un enfoque que no ha creado una solución sostenible a largo plazo para un flujo mixto de migrantes y refugiados. El enfoque migratorio de nuestra nación está impulsado por la aplicación de la ley, es reactivo y se centra demasiado en políticas punitivas para disuadir a los migrantes una vez que llegan a nuestras fronteras. Los desafíos de la región requieren un enfoque integral de los Estados Unidos que reconozca las condiciones de cada país y aborde el hecho de que la mayoría de los migrantes y refugiados que se desplazan en nuestro hemisferio no intentan venir a Estados Unidos.

Para abordar el ciclo de migración masiva en la frontera suroeste, debemos desarrollar una respuesta sostenible y estructural a la migración en la región. Deberíamos involucrar a los gobiernos regionales ampliando el apoyo para abordar los impulsores de la migración; invertir en países y comunidades de acogida que promuevan la integración de las personas desplazadas; mejorar la capacidad e incentivar a los gobiernos regionales para que proporcionen estatus legal a los migrantes y refugiados; y ampliar las oportunidades laborales para los migrantes que no calificarían para el asilo. Todos estos esfuerzos aprovecharán los compromisos reflejados en la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección para colaborar y compartir la responsabilidad de gestionar de manera segura y humana el movimiento de personas en las Américas.

Para abordar estos desafíos, el Senador Menéndez propone cuatro pilares para gestionar integralmente la migración en las Américas, desde abordar los factores que impulsan la migración en la región hasta establecer políticas fronterizas que mantengan el orden y la seguridad tanto para los migrantes como para los refugiados y las fuerzas del orden.

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